Esta pregunta (por qué antes duraba mucho en la cama y ahora no) me la hice hace 10 años.
Las respuestas que encontré, la evolución que conseguí y cómo me sentí durante el proceso me llevaron a crear esta web.
Porque ahora duro lo mismo que antes. Mi pareja dice que incluso más.
Los amigos me preguntan que cómo lo hago, y yo les contesto «es la genética».
Pero no es cierto, detrás de mis resultados está la ciencia, el estudio del cuerpo humano, de nuestro cerebro y de nuestras hormonas.
Hoy te quiero contar el secreto, pero tú puedes hacer como yo y echarle la culpa a los genes.
Eso y hacer exactamente lo que te voy a contar:
Domínate
El punto de partida es averiguar en qué condiciones te encuentras, cómo es tu salud física y mental.
Necesitas descartar en primer lugar que tu bajo rendimiento no se deba a un problema de salud, de modo que te recomiendo un chequeo con tu médico de confianza.
El urólogo también puede averiguar si en realidad el problema no es una disfunción eréctil en etapa temprana, que tiene un tratamiento distinto.
Si todo está bien, el proceso puede continuar:
Domina tu cuerpo
Nada funcionó hasta que no di este paso.
Tenía sobrepeso, dolor articular, dolor de espalda, me sentía pesado, hinchado, con gases todo el día… probé cien dietas y nada. Volvía al peso anterior y de regalo unos kilos más.
Hasta que me apunté a mi gimnasio actual, con Encarni, mi entrenadora torturadora personal.
El trabajo de fuerza me devolvió la juventud perdida.
De repente ya no me cansaba al subir escaleras, ni al llevar las maletas gigantes que llena Eva.
Tampoco en la cama.
La clave está en el manejo del dolor. Hacer pesas duele. Te dan agujetas.
Pero no negocias.
Se va al gimnasio.
¿Estás cansado? ¿Enfermo? Pues entrenas menos, pero no abandonas. Ni te saltas una clase.
La mayoría de las veces salía del gimnasio sin gripe y sin molestias, porque el deporte cura.
Dominar tu cuerpo te cambia la mente.
Te entrena en algo vital para el problema que estamos tratando hoy: el control.
También te dispara la testosterona, lo que te sube automáticamente la libido.
Tienes mas ganas y con más frecuencia, pero ahora tu mente está al mando.
Domina tus hormonas
Paralelamente al trabajo de fuerza en el gimnasio, descubrí gracias a Movimiento Actívate cómo funciona el proceso de engordar y adelgazar.
Entendí que mi enemigo número 1 era la insulina, y mis aliadas la testosterona, la hormona del crecimiento y la adrenalina.
El trabajo de fuerza las aumenta, y mucho, pero la alimentación y la suplementación también.
Empecé a probar todas las pastillas del mercado hasta dar con las que mejor complementaban el ejercicio semanal con pesas.
Yo tomo Testogen, si buscas un poco en internet verás que es el favorito de la mayoría de especialistas. Tenemos una comparativa de las mejores pastillas para la testosterona por si quieres saber más.
Con esto he recuperado mi peso de veinteañero, y mi cuerpo… estoy mejor que entonces.
Mi pareja no tiene ninguna queja. Es más, presume de mí con las amigas. Y de mis genes, claro.
Domina tu mente
Una vez descartados problemas médicos crónicos, el estrés y la ansiedad suelen ser el motivo principal de un problema de eyaculación precoz secundaria.
Un desequilibrio emocional conduce a una falta de control sobre el cuerpo, y eso incluye el control eyaculatorio.
Te entiendo, estás pasando por una etapa de mucha tensión (problemas en el trabajo, problemas personales, de pareja…), y te sientes cansado todo el tiempo, agotado por dentro y por fuera.
Es natural que eso te pase factura y que te sientas culpable y frustrado. Yo lo resolví con terapia, y lo considero la mejor inversión de mi vida.
Entender quién eres, cómo actúas y por qué, qué comportamientos son heredados de tu familia… hay decenas de aspectos que puedes trabajar con un psicólogo para empezar a gestionar tus emociones y estados de ánimo. Yo lo recomiendo sin lugar a dudas.
Domina tu respiración
¿Has tenido un ataque de pánico alguna vez? Yo tuve 4 y literalmente me salvó saber respirar.
Pensaba que me moría, no me entraba aire en los pulmones.
Estaba en el coche, aparcado, me llegó un mensaje al móvil con otra tarea pendiente y se desbordó el vaso. No podía más.
Por suerte había aprendido respiración abdominal, de modo que me eché para atrás y ordené a mi cuerpo que siguiera el entrenamiento.
El aire, poco a poco, volvió a circular, y pude recobrar la respiración.
Las siguientes 3 veces fue más fácil porque reconocía los síntomas y no dejé que el ataque avanzara tanto como esa primera vez.
Para aprender a respirar hay cursos específicos, pero yo recomiendo hacerlo de forma integrada en una disciplina como el Yoga, la meditación, un arte marcial e incluso canto.
¡Lo pasarás mucho mejor y harás amigos nuevos!
Háblalo con tu pareja
No tendría que estar escribiendo esto, pero a mí me pasó.
Me culpé de durar poco.
Pero la terapia me ayudó a sincerarme, y mi sorpresa fue que ella también había pasado por cambios hormonales y necesitaba más tiempo para llegar al clímax.
Eso hacía que pareciera que yo duraba menos. Y así era, pero su cambio provocaba una sensación mayor de la real.
A mi amigo Alberto le pasó otra cosa, y es que su mujer nunca se había atrevido a decirle que duraba poco, y que simplemente había comenzado a quejarse.
Esto le ha pasado a muchas mujeres, afortunadamente se han ido liberando de una educación sexual incompleta y del temor de herir los sentimientos de su pareja.
Y reclaman su derecho a sentir placer (faltaría más). La clave está en hacerlo con empatía y respeto.
A veces es buena idea recurrir a un terapeuta sexual.
El sexólogo
Un especialista te permitirá mejorar la comunicación con tu pareja al mismo tiempo que puede ayudarte a mejorar individualmente.
Juntos podrán averiguar si el problema es emocional o un aprendizaje defectuoso, y cómo revertirlos.
Un sexólogo clínico te ayudará con técnicas para recuperar el control eyaculatorio y, al mismo tiempo, a mejorar las prácticas sexuales en pareja.
También te ayudará a reconocer las sensaciones que experimentas durante el acto sexual, las distintas fases por las que pasas. De esa manera podrás saber cuándo hacer pausas, cambios de ritmo (bajar la velocidad) o de postura.
Otra práctica que recomiendan es la autoestimulación, para que aprendas a detenerte justo antes de la eyaculación, repitiendo el ejercicio varias veces hasta interiorizarlo.
Probablemente te hable también de los famosos ejercicios de Kegel para fortalecer el suelo pélvico y el perineo. Un perineo fuerte permite incluso, con el suficiente entrenamiento, tener un orgasmo sin eyacular. Hasta llegar ahí, te permitirá detener el reflejo eyaculatorio a voluntad. Es una pasada.
Consejos extra
No te obsesiones con el orgasmo; ni con el tuyo ni con el suyo. No es el objetivo, sino pasarlo bien.
El sexo es un intercambio de energía, y no tiene por qué centrarse en el pene y la vagina, podemos aprender a disfrutar de todas las posibilidades.
Si un día te corres un poco antes de lo que acostumbras, tómatelo con humor, usa los dedos (o un juguete) y la imaginación, disfruta y haz que disfrute.
Tómate tu tiempo. Retrasa el momento de la penetración, y después de eyacular, sigue jugando. Haz que dure como experiencia.
Y recuerda: la pregunta «por qué antes duraba mucho en la cama y ahora no» quizás no sea tan importante.